Los cambios que vemos en los consumidores actuales reflejan una clara influencia de los valores éticos y sociales en sus decisiones de compra. En este exigente entorno actual, la satisfacción del cliente ya no está determinada únicamente por el producto o servicio en sí, sino por el propósito y los valores que representa la marca que los respalda.
Un estudio reciente de IBM revela que los consumidores ahora priorizan los valores de una marca por encima de otros factores como el precio o la comodidad. Se trata de un cambio monumental: los clientes buscan cada vez más una alineación entre sus propios valores y los de la marca, creando vínculos significativos que vayan más allá de la mera transacción comercial. La transparencia se ha convertido en una norma ineludible, ya que los usuarios exigen más información sobre los procesos de producción, los ingredientes y las prácticas éticas de las empresas.
Cuestiones como la sostenibilidad ambiental siguen ganando protagonismo, ya que los clientes se alinean más con las empresas que promueven el consumo responsable y las prácticas respetuosas con el medio ambiente. Del mismo modo, el deseo de experiencias personalizadas se ha intensificado, lo que ha obligado a las marcas a adaptar sus ofertas a las necesidades y preferencias individuales de los consumidores.
En este contexto, está surgiendo con fuerza la era del branding con propósito, una estrategia en la que las empresas definen y comunican una misión trascendente que va más allá de la mera venta de productos. Este enfoque se basa en cuatro pilares fundamentales:
Mientras navegamos por este nuevo panorama, abracemos el poder transformador de un propósito claro y bien definido. Al alinear nuestras marcas con valores auténticos, forjamos conexiones profundas, fomentamos la lealtad y mejoramos la experiencia del cliente. No se trata solo de vender productos, sino de crear un movimiento conjunto en torno a un propósito y unos valores compartidos.
Las empresas que logren posicionarse bajo este nuevo paradigma obtendrán enormes beneficios. El informe «Marcas con propósito» de Havas Media muestra que las marcas con un propósito crecen más del 175% en comparación con las marcas tradicionales. Otro estudio de Kantar revela que el 53% de los consumidores eligen, recomiendan y pagan más por productos que provienen de empresas orientadas a la sostenibilidad.
Incluso en tiempos de crisis, las marcas con un propósito son más resilientes. Un análisis de Edelman muestra que, durante la recesión de 2008, el 60% de las empresas con un propósito sólido lograron mantener o aumentar sus ventas. Los motivos son claros: generan un vínculo emocional más estrecho, una comunidad leal dispuesta a apoyarlos incluso en momentos difíciles.
Pero para que una estrategia de marca con un propósito tenga éxito, debe ser auténtica. Los consumidores detectan rápidamente si se trata de una táctica superficial o si hay un compromiso honesto detrás de ella. Estas son algunas claves para construir genuinamente una marca impulsada por un propósito:
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Colóquese de forma transparente en todos los puntos de contacto.Alinear tu marca con un propósito claro es una palanca para el crecimiento. Las marcas que quieren crecer deben evolucionar hacia un nuevo modelo que ponga las necesidades reales de las personas y el medio ambiente en el centro. Con visión, coherencia y compromiso, una estrategia sólida en torno a un propósito genuino impulsa el crecimiento empresarial sostenible.