Sabemos que suena a cliché, pero saber POR QUÉ está en el negocio marca una gran diferencia en sus resultados. Lo vemos una y otra vez con las marcas más exitosas: saben que están aquí para marcar una diferencia en el mundo, en la vida de sus clientes o en la vida de sus equipos.

Y creemos que saber tu por qué realmente puede impulsar tu crecimiento.

¿Por qué empezar con POR QUÉ?

La mayoría de las empresas dicen que saben por qué. Pero cuando las presionan de verdad, nos hemos dado cuenta de que, o bien no lo compran de verdad y se queda como una bonita declaración de visión en la pared, o bien no entienden su verdadero POR QUÉ (su pasión), algo que, sinceramente, no es fácil de alcanzar.

Llegar al verdadero PORQUÉ es algo que requiere inteligencia emocional, la cual, para ser honestos, no todos los líderes tienen. Y entender el por qué requiere que no tengas miedo y que te guíes por algo más grande que el dinero.

Intrépido al imaginar un mundo que es muy diferente del mundo en el que te encuentras ahora.

Y impulsada por algo más, lo creas o no, todo el mundo lo tiene. Es simplemente difícil de encontrar.

CONSEJO: Si no puede saber por qué después de preguntarlo 3 veces, generalmente le preguntamos: ¿qué es lo que te enfada?

La verdad es que pioneros como Toms (compra uno, regala un par de zapatos) comenzaron en un momento en el que iban en contra de toda intuición empresarial y de la forma de hacer negocios, pero los fundadores tenían la firme convicción y el deseo de lograr un impacto que impulsara su modelo de negocio y facilitara mucho el apoyo de todas las partes interesadas.

Entonces, ¿POR QUÉ EN Salto empezamos por el POR QUÉ? Porque es esta pasión la que ayuda a la empresa a largo plazo y ayuda a otros a creer en la idea y a apoyarla con sus esfuerzos.

Y un consejo adicional: una vez que encuentres tu POR QUÉ, no es tan fácil. La implementación requiere determinación y muchas, muchas otras aptitudes. Sin embargo, es más fácil concentrarse cuando sabes lo que sabes y la razón detrás de ello.

Así que la próxima vez que te sientes a planificar, respira hondo y asegúrate de empezar con EL POR QUÉ.

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